mientras se confiesa tu silencio,
mi alma calma tu ansia
y mi pecho cobija tus sueños.
Te resguarda mi serenidad
para cuando caigas
en mí encuentres el balance,
la fortaleza para levantarte,
y en mis humildes palabras,
sinceras, objetivas, consejeras,
que siempre acompañan tu rumbo,
encuentres alivio a tus penas.
Pero has de saber querida mía
que en la nostalgia y en los secretos,
y en esas cosas que no se cuentan
están las bases de los cimientos
que me acarician o me condenan,
Podemos enfrentar verdades,
o desvelarnos perdiendo el tiempo,
pero siempre contarás conmigo
cobijándote como el viento.
J. Carrero.
09-05-2013.
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