cada pensamiento suyo,
cada sonrisa y cada beso...
fue mía por completo
hasta que le deje partir.
En la vida,
la costumbre puede desvanecer la verdad,
hacer ver a lo hermoso
como cotidiano y simple,
y en esa desvanescencia de lo tangible
podemos llegar a pensar
que hay algo mejor por obtener
aun teniendo lo perfecto en nuestras manos,
entonces erradamente lo soltamos, nos cegamos
y desahuciamos a esos anhelos de quien no sigue.
y si soltamos las amarras de aquel barco de dos,
y nos quedamos en el puerto esperando un barco más grande,
dejamos a la deriva a un nuevo naufrago del amor,
medianamente acompañado por el mar y su vacío...
solo la soledad es quien le acompaña por las noches
hasta que alguien vislumbre entre las olas
a su luz que sobresale entre las demás
al nivel del agua, lejanamente bella
y procure darle calor.
Ahora cada pensamiento de ella,
cada sonrisa y cada beso,
es de alguien más que en su acierto
le cobijó cuando le descubrió a la deriva,
la salvo del miedo y le devolvió la vida.
Mientras tanto aquí en el puerto
mirando a un cielo de esencia triste,
me doy cuenta con gran tibieza
que una estrella sigue brillando
aunque en mi cielo no sea visible.
J. Carrero. 24-05-2013.
No dejes a quien te ama por aquel que te gusta...
la vida suele tener retroalimentación.
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