por la crudeza de un mundo,
que nunca esperé conocer.
A kilómetros de tu calor,
me perdí y entre la ceniza
sin saber conservé el dolor,
Inconsciente de la nostalgia
que dices que tu alma guarda
sobre montañas lejanas
caminé entre espesas sombras,
apreciando el ver la luz,
descubriendo el aroma a rosas;
a mi llegas de vez en cuando
cuando en la soledad tu te sofocas.
Los deseos y las caricias
son bagaje de tristeza,
prefiero suaves sonrisas
sin piel que me queme cerca,
me perdí para encontrarme,
me encontré para entender
que no siempre cuando puedes
también se debe querer,
Me perdí porque hacía falta
apreciar si me buscaban,
me perdí y te diste cuenta
que te hacia falta que te amara.
J. Carrero.
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